El nivel de éxito que experimentamos en nuestro mundo exterior es simplemente el espejo reflejo del conocimiento propio que tenemos y del desarrollo personal de nuestro mundo interno. Por ello es necesario invertir en talento. En nosotros mismos.
Darren Hardy usa la analogía de un termostato; sin importar lo que ocurra afuera, caliente o frío, el termostato activará la calefacción o el aire acondicionado para llevar la temperatura a ese punto establecido. Dentro de cada uno de nosotros también hay un punto establecido (nivel actual de autoestima o desarrollo personal). No importa lo que ocurra fuera de nosotros siempre volvemos a nuestros puntos establecidos. TODOS hacemos esto.
En pocas palabras, solo tendrá, será, hará o mantendrá en el exterior lo que coincida con sus puntos de referencia internos: su desarrollo personal.
Cuando elevamos nuestros puntos de referencia/desarrollo personal (identidad propia, mentalidad, actitud, filosofía, habilidades y habilidades), todo en nuestra vida se eleva con ellos.
- Si quieres tener más, tienes que ser más.
- Para que las cosas cambien, debes cambiar.
- Para que las cosas mejoren, debes ser mejor.
- Si mejoras, todo mejorará para ti.
- Si creces, tu dinero crecerá;
- Tus relaciones, tu salud, tu negocio y cada efecto externo reflejarán ese crecimiento en igual correlación.
La primera pregunta que surge es: “¿Cuánto inviertes en ti?”
«Si un hombre vacía su bolso en su cabeza, ningún hombre puede quitárselo.
Una inversión en conocimiento siempre paga el mejor interés «. Benjamin Franklin
Desde el punto de vista de las organizaciones, parece que pasar el día se convierte en el objetivo de la mayoría de los empleados, junto con llevar a casa un salario. En las organizaciones tanto los empleados como los empleadores sufren cuando los objetivos de los empleados no evolucionan.
La idea de la presión cotidiana del negocio pesa sobre todos los directivos de las organizaciones, y los líderes sienten que no pueden permitirse invertir en sus empleados tanto como quisieran. Pero, siendo en parte verdad, cuando la dirección toma este punto de vista, fallan sus empleados y la organización. La columna vertebral de la empresa son los colaboradores.
¿Por qué los líderes deberían invertir en empleados?
Cuando inviertes estratégicamente en empleados, atraes y mantienes a todos los mejores candidatos, y también construyes una sólida cultura de trabajo sin miedo a la innovación, el cambio, el fracaso y el éxito.
Los problemas se vuelven retos y aparecen nuevas ideas, en lugar de huir de ellos.
5 razones para invertir en las personas
El talento es escaso. Los empleadores enfrentan obstáculos con la retención de los buenos colaboradores: el 40% de los empleados insatisfechos abandonan sus trabajos, y cada colaborador insatisfecho (según FORBES) y no comprometido le cuesta a la organización hasta 550 dólares en Estados Unidos anualmente. La retención del talento no es un gasto sino una inversión. El empleado se siente valorado y confía en el empleador.
Aumenta la reputación del empleador. Invertir en aprendizaje continuo aumenta tu reputación como un empleador que se preocupa. Ofrecer recompensas por asistencia a conferencias y formación continua cultiva un entorno para la mejora continua, y esa es una excelente reputación para todos.
Aumenta la innovación y el rendimiento. El aprendizaje nunca se detiene después de la universidad, y la empresa es el lugar por excelencia del desarrollo personal. Diversos estudios han demostrado que la inversión en las personas impacta positivamente en el desempeño de la empresa a través de la innovación.
Permite la movilidad hacia arriba para los talentosos. Nadie quiere estancarse trabajando el mismo trabajo por décadas. Contínuamente agregar nuevas contrataciones a un equipo se vuelve costoso, en cambio, invertir en los valiosos empleados que tiene es muy rentable. La promoción interna proporciona una trayectoria natural para el liderazgo especialmente a través del mentoring.
Enamora el futuro. “Un equipo es un estado de ánimo” le escuché alguna vez a Jorge Valdano (exdirector técnico del Real Madrid). Los líderes deben seguir siendo visionarios, pero a veces se agota la veta de la innovación. Para ello es necesario generar inversiones en desarrollo de empleados que creen un grupo de talentos leales que están listos para la promoción y la movilidad. Los empleados se mantienen comprometidos mientras la empresa ahorra y gana más dinero. A medida que los empleados se vuelven más competentes, el rendimiento general, la innovación, la producción y las ventas de su empresa aumentarán, y eso siempre es bueno para el resultado final.