En los talleres hablo de que para los procesos creativos o para la solución de problemas complejos es necesario crear el espacio/tiempo que ofrezca al cerebro la oportunidad de realizar la sinapsis nueva que nos permita una nueva respuesta.
A este espacio/tiempo lo denomino las 4B: Bus, Bike, Bed, Bath.
Estos espacios tienen como característica común que:
- estamos fuera del entorno de trabajo o presión,
- de alguna manera nos relajamos y soltamos el control,
- tienen algo de placentero
La creatividad es una actitud que lleva a generar plasticidad en el cerebro. Si bien los hábitos son necesarios, Sri Bathnagar habla de que es necesario hacer cada día el ejercicio de hacer algo rutinario de forma diferente: cambiar la ruta que utilizamos para ir al trabajo, comer en un nuevo restaurante, compartir mesa con un colega que poco frecuentamos, ir al gym a otra hora Y aquí hábito y rutina son elementos diferentes. El hábito tiene una intención, la rutina es propia de la zona de confort.
El cerebro está diseñado para ahorrar energía. Solo tomando consciencia de esta función cerebral lo podemos poner a nuestro servicio, de lo contrario estaremos siendo dirigidos y pocas ideas creativas aparecerán. Una frase que me es útil es decirle al cerebro imaginando que lo tengo en mi mano: «Ahí te dejo con este problema, ya encontrarás una nueva idea, yo me voy a montar en bici». Y funciona. Eso sí recomiendo tener una pequeña libreta o post it contigo, pues las ideas no regresan.
Como idea final de este post, animo a los líderes a sostener la dificultad del proceso creativo pues las ideas saltan cuando menos lo esperamos: en la ducha, en el bus, mientras estamos encima de la bici, en el momento de duerme/vela. La habilidad de sostener la incomodidad de «no saber» es muy creativa. De lo contrario me surge la frase de un amigo ya fallecido que decía: «Dios mío dame paciencia pero ahora mismo»
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«Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca»