El lugar del facilitador y del coach cambian en una constelación organizacional
¿Desde donde ayudar, facilitar, hacer coaching, ser terapeuta? Esta es la pregunta más moderna y más antigua de la relación con el otro cuando en el medio lo que une es el
–guión– de la ayuda. Tu-Yo, Yo-Tu en donde el valor del guión es el tema que nos ocupa en este post.
En una constelación organizacional aparecen elementos muy interesantes pues:
- el cliente es más importante que la constelación. Lo real es lo que el cliente aplica allá afuera
- definir lo real es fundamental para que el cliente pueda ver/sentir una nueva perspectiva y posiblemente realizar un movimiento nuevo
- responsabilizar al cliente respecto del futuro es parte del resultado
- dar fuerza al cliente con lo «posible» permite una nueva acción
El nivel de ayuda/facilitación tiene diferentes niveles. Me gusta preguntarle al cliente hasta donde le gustaría ir. Y se lo expongo como una posibilidad de:
- ¿Un mapa? Si solo quisiera leer/ver nuevos elementos de su sistema que se mueven por dinámicas invisibles a lo que hasta ahora él conoce
- ¿Un cambio de perspectiva? Si quisiera explorar como pueden ver y percibir el sistema otros miembros del mismo
- ¿Un nuevo movimiento? Si está dispuesto a tomar riesgos de mover algo nuevo en el sistema, de realizar un movimiento no conocido hasta ahora
Estas tres dimensiones de intervención creo permiten darle magnitud al permiso que me otorga el cliente, afinar el contrato de la ayuda
Si a esto sumamos criterios aplicables a cualquier relación humana si quisiéramos cuidar y mimar el guión que une el Yo-Tú, el Tú-yo, nos acercaremos un poco al Desde Dónde hacer una constelación en una organización:
- Lo que hay en el mapa (mente) lo verás en el territorio (afuera). Lo que tienes dentro lo escuchas fuera. Atención con los prejuicios.
-
Controla los pensamientos. Un pensamiento puede provocar mil muertos… ¡Las ideas tienen poder! Lo que muestra el campo, lo que busca el cliente es más importante que tu teoría de las dinámicas de la organización.
- No luches por tener la razón. Desapégate del resultado y de tu interpretación de un sistema en el caso de una constelación. El resultado es lo que el cliente pueda ver y aplicar
-
Nos enfermamos aislados y nos curamos en compañía. Que te escuchen te cura, pero que te escuchen bien, con los ojos……. sana. El cliente siempre es más importante que la constelación. Escucharle antes que mostrar o que interpretar tiene más peso. Acompañarle en adentrarse en el nuevo mapa es ya reparador.
- Cada encuentro es una posibilidad de comprender. Cada constelación un espacio de asombro. Cada sistema compartido por el cliente es un regalo para el facilitador.